It is well known that rodents doze during the day and become active at night. For an indeterminate numbers of nights in a row we had been noticing a creature softly hanging around our loft. Just above my bed, more specifically just above my head when I am in bed. Punctually every night the animal had been clipping the ceiling completely unaware of my husband compulsory wakefulness. In my case I get to sleep easily and there is still a mouse to be born that can bother me no matter how much it is the very Remy from Ratatouille. In my imagination I could see him cooking. Once I dreamed of him, falling over my face armed with an old copper frying pan.
Under strong suspicions of having a little squatter living in the loft we decided to start thoroughly the hunt. Husbands are great at hunting. He climbed up the loft through a narrow trap door placed on the hallway ceiling. Apparently the space up there is tiny. He couldn't reach the corner where we had been hearing him messing around each night even though he was crawling. We needed a plan B. Husbands are great at making plan B. " Do you have a syringe?" he asked me. "Of course I do have a syringe. I am the provider mum, who do you think you are talking to?" I proudly replied. Then "Do we have a bottle of bleach??" Again me " Don't tell me you intend to inject bleach through the ceiling" then he "Don't speak silliness. I will do it through the wall".
Since then there is a hole above my head, a little one, and a piece of semi rigid wire pending from it. I haven't dared to ask him what is that for neither how long it's supposed to be there. The fact is that we haven't noticed Remy since the operation was finalized. I'm sure he's been clever enough to understand he wasn't welcome anymore. I don't think that a small amount of bleach can kill a mouse. I'm more likely to reckon it stinks sufficient to make him run away from his late home. End of the story.
De todos es conocido que los roedores dormitan durante el día y se activan de noche. Durante un número indeterminado de noches seguidas habíamos estado notando a una criatura merodeando suavemente por el altillo de casa. Justo encima de mi cama, para ser más específica, justo encima de mi cabeza cuando estoy acostada. Todas las noches puntualmente el animal había estado dando golpecitos en el techo ajeno por completo a la vigilia obligada de mi marido. En mi caso soy me duermo con facilidad y aun esta por nacer el ratón que pueda molestarme por mucho que sea el mismísimo Remy de Ratatouille. En mi imaginación podía verle cocinando. Una vez soñé con él, cayendo sobre mi cara y armado con una vieja sartén de cobre.
Bajo
la firme sospecha de tener un pequeño okupa viviendo en el altillo decidimos
iniciar una búsqueda minuciosa. Los maridos son estupendos cazando. Subió al
altillo por la estrecha trampilla del techo del distribuidor. Al parecer el
espacio ahí arriba es mínimo. No pudo alcanzar la esquina donde lo habíamos
estado oyendo trastear cada noche a pesar de que iba gateando. Necesitábamos un
plan B. ¿Los maridos son estupendos haciendo planes B. “Tienes una jeringa?"
me pregunto. "Por supuesto que tengo una jeringa, soy la madre proveedora
de todo. ¿Con quien te crees que estás hablando?" Respondí orgullosa. ¿Entonces
“Tenemos lejía?" De nuevo yo "No me digas que pretendes inyectar lejía
a través del techo" Entonces el " No digas tonterías. Lo hare a través
de la pared".
Desde entonces hay un agujero sobre mi cabeza, uno pequeño, y un trozo de
alambre semi rígido colgando de él. No me he atrevido a preguntarle para que es
ni cuánto tiempo se supone que tiene que estar ahí. El hecho es que no hemos vuelto
a saber de Remy desde que culminamos la operación. Estoy segura de que es lo
suficientemente listo como para comprender que no era bienvenido. No creo que
una diminuta cantidad de lejía pueda matar a un ratón. Tiendo más a pensar que
apesta lo suficiente como para hacerle huir de su antiguo hogar. Final de la historia.
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