viernes, 17 de noviembre de 2017

Lesson 97. Lucky girl

“ - Would you come up for an informal meeting or would you rather a conversation on the phone?”
“ - Ermmm...I’m sorry, but I still struggle on the phone....I’m more than happy to meet up with you at your convenience....”

  We ended up having that face to face conversation a few days ago. I signed up a new job contract on Monday and the real challenge did start on Wednesday with a pleasant driving through the countryside where I could behold the beautiful landscape in my way from home to a pinturesque town in Northamtonshire. I’m not sure how long my old little corsa will put up with a daily hour commute. That car is ok for getting out and about in town and the weekly supermarket shopping but I don’t trust it for a longer and sustained journey....will see what happens.

  Again I’ve had that good vibe. The people have been very welcoming, helpful and supportive. I can’t actually think of anyone that haven’t said to me “if any problem, give me a shout! ....anyway you’ll be fine, no worries”. They are making me feel confortable....”make yourself at home”. They want me to drink tea “the kettle is here and it’s always on” and to share the lunch at the staff room “where everything happens”. They won’t  leave me alone until I’ll give them the signal. There’s no need to rush. I’m excited, can’t hide it. Now I’m busier, more tired and have little time for myself but I’m also happier.

  What I’ve learnt throughout the years is to not being scared of starting over. I’m lucky to live in a country where nurses are desperately needed. I’m lucky to have got a new job that fits with my family life and current circumstances. I’m lucky to have people around to celebrate this new chapter with. I’m a lucky girl.

 
   

  “- Vendrías para una reunión informal o prefieres hablarlo por teléfono?”
  “- Mmmm.... perdone pero aún me cuesta por teléfono...estaría encantada de verle cuando le venga bien...”

  Acabamos teniendo esa conversación cara a cara hace algunos días. Firmé un nuevo contrato de trabajo el lunes y el auténtico reto empezó el miércoles con un agradable paseo en coche a través de la campiña donde pude contemplar el precioso paisaje en el camino de casa a un pintoresco pueblo del condado de Northampton. No estoy segura cuánto tiempo aguantará mi viejo corsa una hora diaria de desplazamiento. Ese coche va bien para callejear por el pueblo y hacer la compra en el súper un día a la semana pero no confío mucho en él para un viaje más largo y continuado....veremos qué pasa.

  De nuevo he tenido esa buena sensación. La gente ha sido de gran ayuda, cordial y me han mostrado su apoyo. La verdad es que no puedo pensar en nadie que no me haya dicho “si necesitas cualquier cosa dímelo!...de todas formas vas a estar bien, no te preocupes”. Me están haciendo sentirme cómoda...”siéntete como en casa”. Quieren que tome té “el agua está siempre caliente” y comparta el almuerzo con ellas en la sala de reuniones “donde pasa todo aquí”. No me dejarán sola hasta que les dé la señal. No hay prisa. Estoy ilusionada, no lo puedo ocultar. Ahora más ocupada, más cansada y con menos tiempo para mí misma pero también más contenta.

  Lo que he aprendido a través de los años es a no tener miedo de empezar otra vez. Tengo suerte de vivir en un país donde se necesitan enfermeras desesperadamente. Tengo suerte de haber conseguido un trabajo que se adapta a mis actuales circunstancias familiares. Tengo suerte de tener gente con quien celebrar este nuevo capítulo. Soy una chica con suerte.

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