Despite its bad reputation ("Don't settle in there" we were warned when we were planning to move in the area as Peterborough isn't as safe and friendly as Stamford) the city closer to our town has got its charm and quite a few pleasant places and a nice walk through its center.
Nene Park is Peterborough's lung; a huge green area on the west side of the 250.000 population city. I love its lake and its Ferry Meadows. There are at least two decent sized wooden playgrounds and some hideways with tables and benches at the disposal of the visitors for a nice picnic when the weather is kind. You also can enjoy a visitor centre, a coffee shop and a steam train replica where children can get on for a lovely although short trip. You won't get bored at Nene Park; there are a lot of things to do there: cycling, fishing, sailing, flying kites or just wandering around. It's perfect to spend a Sunday with the family.
The city center shines especially with the cathedral and the surrounding gardens. The first wife of Henry VIII, the Queen Catalina of Aragón, so beloved by the English people at that time, is buried there. I've been told that the Carol Service on Christmas Eve is magic. The pedestrian High St. is filled with the usual shops chain but there is a fantastic bookshop and some other interesting shops with its own personality that it's worth to pop in.
Diresputable Peterborough is not a beautiful city and it's got a high percentage of foraign population from all over the world living there. Those different nationalities seem to have stolen the English character to it in a way. This mixture is patently clear everywhere but perhaps it's more evident at the Food Market; with its dozens of colourful stalls and assorted products from all the continents, in a sort of kaleidoscope choices.
One Saturday morning we spotted a fresh fish and seafood stall at the Food Hall....what an enjoyment when we discovered some fresh big squid (called choco) . "How much is the choco, please?" we asked. Sandra, the Portuguese fishmonger was amazed we actually knew the Portuguese name (it's exactly the same name in Spanish). So, yes, we definitely got a bit of homeland taste there in the market and during the next week enjoying the hake, the choco and the salted cod at home.
Opposite the market a new gift for our senses, again a Portuguese cafeteria called "Nata" (cream) where you can get a thick hot chocolate ( so difficult to find here) and the exquisite Bethelen cakes. Their motto is "the world needs Nata". I couldn't agree more with it and I even would add "the world also needs bacalhau a bràs (grilled cod)".
A pesar de su mala reputación ("No os establezcáis ahí" nos advirtieron cuando planeábamos mudarnos a esta zona ya que Peterborough no es tan seguro ni amigable como Stamford) la ciudad con entidad más cercana a nuestro pueblo tiene su encanto, cuantos lugares agradables y un bonito paseo por su centro.
Nene Park es el pulmón de Peterborough, una enorme área verde en la parte oeste de la ciudad de 250.000 hab. Me encanta su lago y su prado junto al transbordador. Hay al menos dos areas de juego de madera de tamaño decente y algunos rincones con mesas y bancos a disposición del público visitante para una agradable merendola cuando el tiempo es benévolo. También puedes disfrutar de un centro de visitantes, una cafetería y una réplica de un tren de vapor donde pueden montarse los niños a dar un bonito aunque corto paseo. No te aburrirás en Nene Park; hay un montón de cosas que hacer allí: ir en bici, pescar, navegar, volar cometas o simplemente pasear sin rumbo fijo. Es perfecto para pasar un domingo en familia.
El centro de la ciudad brilla especialmente con la catedral y los jardines de alrededor. La primera esposa de Enrique VIII, la reina Catalina de Aragón, tan amada por los ingleses en aquel tiempo, está enterrada ahí. Me han dicho que el Servicio de Villancicos que se celebra en Nochebuena es mágico. La peatonal calle Mayor está llena de las típicas tiendas de grandes cadenas pero hay una librería fantástica y algunas otras tiendas interesantes con su propia personalidad que merece la pena llegarse.
La Peterborough de dudosa reputación no es una ciudad preciosa y tiene un alto porcentaje de población extranjera de todas partes del mundo viviendo ahí. Esas diferentes nacionalidades parecen haberle robado en cierto modo su personalidad inglesa a la ciudad. La mezcla salta a la vista por todos lados pero quizá es más evidente en la plaza de abastos, con sus docenas de puestos coloridos y sus variados productos de todos los continentes, en una suerte de abanico de posibilidades.
Un sábado por la mañana divisamos un puesto de pescado y marisco fresco en la zona de alimentación...qué disfrute cuando descubrimos que había choco. "A cúanto es el choco?" preguntamos. Sandra, la pescadera portuguesa estaba sorprendida que conociéramos el nombre portugués (exactamente el mismo en español). Sí, desde luego tuvimos nuestro poquito de sabor de la tierra allí en el mercado y durante la siguiente semana de gustando la merluza, el choco y el bacalao salado en casa.
Frente al mercado otro regalo para nuestros sentidos, de nuevo una cafetería portuguesa llamada "Nata" donde tomar un chocolate caliente de los espesos (tan difícil de encontrar aquí) y los exquisitos pastelitos de Belén. Su eslogan es "el mundo necesita Nata". No podría estar más de acuerdo e incluso añadiría "el mundo también necesita bacalhau a bràs".
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