What a year! In June 2016 the British voted for leaving the EU. Cameron stepped down immediately and after a few months the new PM, Theresa May called for a new general election thinking of strengthening her position to negotiate in Brussels. Things haven't turned as she'd planned and a new period of uncertainty and doubts has just started.
Our movement to England was never planned. It happened out of blue. I had never thought of living in other country. I had a good job, a beautiful house and I was happy with my life. However other unexpected circumstances made us leave our confort zone and undertake this new project as a family. What I've learnt firstly is that I am not entirely the owner of my life. Secondly I am more than able to adapt (and enjoy) myself into a different one. I won't deny it's not easy. Sometimes it has been really hard. However here I am: the job I've got now isn't so good, the house I live in now isn't so beautiful but yet I'm happy to have met other people (friends), to be able to communicate in other language, to give to my son this unique opportunity that is to live abroad and even to have happily a beer at 6pm instead of a coffee and a biscuit.
I haven't been emotionally affected by the Brexit whatsoever. The reason, I reckon, is that I firmly believe this adventure has got a deadline for us so I'm focus on making the most of it whilst it lasts.. Nevertheless many of the foreigners who have lived here for a long time have suffered a sort of shock. They are completely astonished and wondering what kind of impact the new situation will have on their lives or, much more concerning, their children. The first palpable consequences have just occurred. A family, after 17 years living in the U.K. with two children that were born here, will leave the country very soon. They don't feel comfortable anymore. They don't feel welcome anymore. They don't want to be part of this. Besides they fear for their children (who will be always considered strangers, in their opinion). I have no clue if this will be or not but what can you do if you feel like that? The decision has been made. A painful decision because they have to start from scratch in another country. A new country for three of them, with a different language, culture and lifestyle. I fully understand the fears and the challenges they face now but I'm sure this change will be for the best. The children will be fluent in the new language in a year time and the parents will succeed in whatever they undertake and will make new friends and will meet lovely people because they are a lovely and good nature couple and they love each other. Life is not easy and we are not always the owner of our destinies but happiness is always possible. Good luck and cheers up for them and all the people who leave and have to start again.
Vaya año! En junio de 2016 los británicos votaron para dejar la UE. Cameron dimitió inmediatamente y tras unos cuantos meses la Primera Ministra Therese May convocó nuevas elecciones generales pensando en fortalecer su posición para negociar en Bruselas. Las cosas no han salido como ella había planeado y un nuevo periodo de incertidumbre y dudas acaba de empezar.
Nuestro movimiento a Inglaterra nunca fue planeado. Ocurrió de repente. Nunca había pensado en vivir en otro país. Tenía un buen trabajo, una casa preciosa y estaba feliz con mi vida. Sin embargo otras circunstancias inesperadas nos hicieron abandonar nuestra zona de confort y emprender este nuevo proyecto como familia. Lo que he aprendido en primer lugar es que no soy enteramente dueña de mi vida. En segundo lugar soy más que capaz de adaptarme (y disfrutar) a una distinta. No negaré que nos es fácil. A veces incluso ha sido realmente duro. Sin embargo aquí estoy: el trabajo que tengo ahora no es tan bueno, la casa en la que vivo no es tan preciosa pero aún estoy feliz de haber conocido a otras personas (amigos), ser capaz de comunicarme en otro idioma, dar a mi hijo esta oportunidad única que es vivir en el extranjero e incluso tomarme una cerveza tan ricamente a las 6 de la tarde en vez de un café y una galleta.
El Brexit no me ha afectado emocionalmente lo más mínimo. La razón, creo, es que estoy firmemente convencida de que esta aventura tiene una fecha límite para nosotros así que estoy concentrada en sacarle el mayor provecho posible mientras dure. Sin embargo muchos de los extranjeros que han vivido aquí mucho tiempo han sufrido una suerte de choque. Están completamente atónitos y preguntándose qué tipo de impacto tendrá la nueva situación en sus vidas, o mucho más preocupante en la de sus hijos. Las primeras consecuencias palpables acaban de ocurrir. Una familia, tras 17 años viviendo en Reino Unido con dos hijos que nacieron aquí, se marchan del país muy pronto. Ya no se sienten cómodos. Ya no se sienten bienvenidos. No quieren ser parte de esto. Además temen por sus hijos (que siempre serán considerados extranjeros, en su opinión). No tengo ni idea si esto será así o no pero qué puedes hacer si te sientes de ese modo? La decisión ha sido tomada. La dolorosa decisión porque tienen que empezar de cero en otro país. Un país que es nuevo para tres de ellos, con una lengua, cultura y estilo de vida distinto. Entiendo perfectamente los miedos y retoque encaran ahora pero estoy segura que el cambio será para mejor. Los niños dominarán el nuevo idioma en un año y los padres tendrán éxito en lo que quiera que emprendan y harán nuevos amigos y conocerán gente encantadora porque ellos son encantadores y tienen buen corazón y se quieren. La vida no es fácil y no siempre somos los dueños de nuestro destino pero la felicidad es siempre posible. Buena suerte y mucho ánimo para ellos y para todos los que se marchan y tienen que empezar de nuevo.
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