This early Summer half-term is, by far, the most popular and usable short holiday among all the rest. The roads are cluttered with cars and the trains with people. This is a big country (around 67 million population). It must be difficult to handle so much travellers well enough at this specific time of the year. Railroad companies are clearly improbable. However living in Stamford I find the train the best way to go to London. Putting up with crowded coaches, platforms changes announced literally at the very last minute, even sharing your personal space with barker football hooligans is better than being stuck at the A1, the traffic restrictions in the city or the unaffordable parking fees there.
High-spirited by the vernal weather we set off early one Sunday to made the most of the day at the always fascinating London. From King´s Cross Station by Northern line tube you'll arrive to Camden Lock Market in ten minutes. It's a lively commercial area. There are loads of shops (leather, hats, antiques, beadwork. Morocco lamps, African or Asian fabrics, hand-made pottery, second-hand records...), food stalls (Mexican, Thai, Chinese, Indian, Italian...), restaurants, coffee shops, buskers and much more. We spent the morning just wandering around. The atmosphere was sort of magic and cheery. Lots of young people were sitting at the canal enjoying their exotic take-away meals. We picked and chose an open-air bar with a wonderful view of the market to refresh our throats. A guy played his acoustic guitar and pleased the public ears with versions of pretty popular songs from the 70's and 80's.
Next stop was near the Thames river at the Tate Gallery to see meanly some Turner's and Constable's paintings. I don't know why but the museums' coffeeshops are usually delightful places to take a breath (and also to have a tea with a cake) before to carry on with your relaxing walk. This one has got a wonderful patio surrounded by a bright green garden. Its brownie is delicious.
A walk by the Riverside it is worthy for the formidable Houses of Parliament shape which can be seen far off into de distance. It is also a pleasure enjoying a cold beer at whichever stall on the other side of the river. When the weather is nice you shouldn't miss that experience: hanging around and watching at the throng of tourists from all over the world while you are sitting next to the river.
Estas mini vacaciones de principio de verano son, de lejos, las más celebradas y aprovechables entre todas las demás. Las carreteras están atestadas de coches y los trenes de gente. Este es un país grande (alrededor de 67 millones de personas). Debe ser complicado manejar tantos viajeros suficientemente bien en esta época concretamente. Las compañías de ferrocarriles son claramente mejorables. sin embargo viviendo en Stamford encuentro el tren las mejor forma de viajar a Londres. Soportar vagones a tope de gente, cambios de andén anunciados literalmente en el último minuto, incluso compartir tu espacio personal con irracionales futboleros es mejor que quedarse atascado en la A, las restricciones de tráfico en la city o las incosteables tasas de los aparcamientos allí.
Animados por el tiempo primaveral partimos temprano un domingo para aprovechar al máximo el día en la siempre fascinante Londres. Desde la estación de King's Cross por la línea de metro Northern llegarás al mercado de Camden Lock en diez minutos. Es un área comercial muy animada. Montones de tiendas (cuero, sombreros, antigüedades, abalorios, lámparas marroquíes, telas asiáticas o africanas, cerámica artesanal, discos de segunda mano...), puestos de comida (mejicana, tailandesa, china, india, italiana...), restaurantes, cafeterías, artistas callejeros y mucho más. Pasamos la mañana vagando sin más por allí. El ambiente era como mágico y alegre. Mucha gente joven estaba sentada en el canal disfrutando su exótica comida para llevar. Nosotros escogimos con esmero un bar al aire libre con una maravillosa vista del mercado para refrescar nuestras gargantas. Un tipo tocaba su guitarra acústica y deleitaba los oídos del público con versiones de canciones bastante populares de los 70 y 80.
La siguiente parada fue cerca del Támesis en la Tate Gallery para ver, principalmente, algunos cuadros de Turner y Constable. No sé por qué pero las cafeterías de los museos suelen ser lugares encantadores para tomarse u respiro (y también un té y un pastel) antes de continuar con nuestro relajado paseo. Éste tiene un maravilloso patio rodeado de un jardín muy verde. Su brownie está delicioso.
Merece la pena un paseo por la ribera por la formidable figura de las Casas del Parlamento que se pueden ver de lejos. Es también un placer tomarse una cerveza fría en cualquiera de los kioskos al otro lado del río. Cuando el tiempo es agradable no deberías perderte esa experiencia: pasar el tiempo y observar a las hordas de turistas de todo el mundo mientras estás sentado junto al río.
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