viernes, 18 de diciembre de 2015

Lesson 61. About Christmas

   School holiday have started today and with them the countdown to Christmas, that special time for me, more now than ever, to come back home and celebrate the birth of Jesus with your family. I have always enjoyed everything related to Christmas even when I had no kids....it must be that the little girl I still have deep inside expects The Three Kings' visit full of illusion. I don't care the shopping nightmare. I forget for a few days the short winter days. I put some humble decorations, most of them homemade, as I left my wooden Nativity set and my beautiful tree in Spain. Never mind. My spirit is joyful. I found "torta imperial" at the supermarket. I'm listening a Christmas songs CD. Unbelievably I managed to hide all the gifts in secret storage place, which is an achievement of scale considering the house size. Everyone is in a good mood. I have rediscovered an old pleasure: writing Christmas cards. It is still here a deep-rooted tradition. Perhaps sometimes excessive. My dearest Sharon (my valued English teacher) told me they can receive around eighty of them and also send as much again. So they stick them on the front door with blue-tack and when it is full, on the kitchen door and it's lovely, isn't it?

  Let me tell you now about one of the English Christmas traditions. Apart from the massive cards exchange I find "crackers" particularly interesting. I don't mean the salted biscuits with the same name but a sort of cardboard tube that make a noise similar to a small explotion when two people pull it back at the same time until break it. Inside there are three small treats: a paper crown, it is suppossed you will put it on your head; a plastic Little toy (maybe a whistle, a clip, something like that) and an odd sentence, kind of joke, tongue twister or riddle that you read out to make the others laugh. So, crackers are as christmasies as roast turkey,  mistletoe,  Xmas stockings, Santa Claus, Christmas pudding, mincepies or Christmas tree.

  Anyway I wish you all merry Christmas and a happy New Year with or without crackers. Enjoy the family time, smile and love each other a lot. See you next year!!!


christmas dining table

  Las vacaciones escolares han comenzado hoy y con ellas la cuenta atrás hasta Navidad, ese para mí tiempo especial, ahora más que nunca, de volver a casa y celebrar el nacimiento de Jesús con tu familia. siempre he disfrutado mucho de todo lo relacionado con la Navidad incluso cuando no tenía niños...debe ser que la niña pequeña que aún llevo muy dentro de mí espera llena de ilusión la visita de los Reyes Magos. No me importa la pesadilla de las compras. Olvido por unos días los cortos días de invierno. Coloco alguna humilde decoración navideña, la mayor parte hecha en casa, ya que dejé mi Nacimiento de madera y mi precioso árbol en España. Da igual. Mi espíritu está alegre. Encontré torta imperial en el supermercado. Estoy escuchando un CD de canciones navideñas. Increíblemente me las apañé para esconder todos los regalos en rincones secretos, lo cual es un gran logro teniendo en cuenta las dimensiones de la casa. Todo el mundo está de buen humor. He redescubierto un antiguo placer: escribir tarjetas de Navidad. Aquí es aún una costumbre muy arraigada. Quizá algunas veces excesiva. Mi querida Sharon (mi preciada profesora de Inglés) me contó que puede que reciban unas ochenta felicitaciones y también envían otras tantas. Así que las pegan con blue-tack en la puerta principal y cuando está llena, en la puerta de la cocina y es encantador, verdad?

  Dejad que os cuente ahora algo sobre una de las tradiciones navideñas inglesas. Aparte del masivo intercambio de tarjetas encuentro los "crackers" particularmente curiosos. No me refiero a las galletitas saladas del mismo nombre sino a una especie de tubo de cartón que hace un ruido similar a una pequeña explosión cuando dos personas tiran de él en dirección contraria al mismo tiempo hasta que se rompe. Dentro hay tres regalitos: una corona de papel, que supuestamente te pondrás en la cabeza; un juguetito de plástico (puede que un silbato, un clip, algo así) y una frase extraña, tipo chiste, trabalenguas o acertijo que lees en voz alta para que los demás se rían. De modo que los crackers son tan navideños como el pavo asado, el muérdago, los calcetines de Navidad, Santa Claus, el pudding de Navidad, los mantecados o el árbol.

  En todo caso, os deseo una feliz Navidad y Año Nuevo con o sin crackers. Disfrutad el tiempo con la familia, sonreíd y quereos mucho. Hasta el año que viene!!!

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