Clue number 1: since I can remember I have been taught to write complaint letters in the different English courses which I have taken part in.
Clue number 2: complaint letters are ALWAYS one of the required exercises within the English writing tests.
Clue number 3 (and the definitive one): there is a saying in this respect to my surprise and it says "Where there's a blame, there's a claim".
Of course "a claim/complaint book is available at the dispossal of the customer who requires it" is a well-known legend by everybody in any civilized country, but in this one the people is particularly keen on use it at any time and repeatedly.
If an English goes out for dinner and, for example, in his taste the soup had a weird savour, or found the meat a little bit tough or overcooked, he'll with no doubt ask for the famous book and immediately the Manager will compensate him as best as he can to avoid a complaint letter, so dire for the business and he might offer him a free meel the next week.
Nevertheless in a dress shop it can be even more atonishing because the possible reasons to complaint list is huge and utterly incredible. I'll give you some examples: " the shop assistant laught at me, she said I was fat", "the real colour of the shirt is slightly clearer than it appears on the website", "I fell down when I accidentaly slipped because of a banana peel" (which she actually had just dropped-lol). ..and finally the whiny complainer will get the clothes for free.
I guess there must be a legion of complainig experts in the UK. Definitely.
Como sospechaba, reclamar es una práctica muy extendida entre los británicos. Afirmo esto tras recopilar algunos hechos que inevitablemente me han llevado a este punto.
Pista número 1: desde que tengo memoria me han enseñado a escribir cartas de reclamación en los distintos cursos de inglés que he dado.
Pista número 2: las cartas de reclamación son SIEMPRE uno de los ejercicios obligatorios de los exámenes de inglés escrito.
Pista número 3 (y definitiva): para sorpresa mía existe un dicho al respecto y dice así: "donde haya una culpa, hay una queja" (que yo traduzco muy libremente por "el que no llora, no mama").
Por supuesto "hay un libro de quejas/reclamaciones a disposición del cliente que lo solicite" es una frase bien conocida por todo el mundo en cualquier país civilizado, pero en éste la gente está particularmente interesada en usarlo a la menor ocasión y reiteradamente.
Si un inglés sale a cenar y, por ejemplo, para su gusto la sopa tenía un sabor raro o la carne estaba algo dura o pasada de punto, sin duda alguna pedirá el famoso libro e inmediatamente el encargado le compensará lo mejor que pueda con tal de evitar una reclamación formal, tan nefasta para el negocio y puede que le ofrezca una comida gratis para la siguiente semana.
No obstante en una tienda de ropa puede ser incluso más sorprendente ya que la lista de posibles razones para reclamar es enorme y completamente increíble. Os daré algunos ejemplos: "la dependienta se rió de mí, dijo que estaba gorda", " el color de la blusa es ligeramente más claro de lo que aparece en la página web", " caí al suelo cuando accidentalmente resbalé con una piel de plátano" (que justamente ella acababa de tirar al suelo-jajaja) y al final el reclamador quejica conseguirá la ropa gratis.
Adivino que debe haber una legión de expertos reclamadores en Reino Unido. Seguro.
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